UN CORAZÓN BLINDADO

Cuando nacemos, nuestro corazón esta nuevo. Sin mancha alguna, sin heridas, sin golpes. Esta nuevo de paquete. Al transcurrir de los años empiezas a conocer y aprendes de la vida, de las cuales pueden ser experiencias buenas o malas. Aunque muchas veces no queremos, siempre estamos envueltos en escuchar y ver algo no adecuado y entra a nuestra mente. Nuestra mayor fuente de conocimiento es en la adolescencia, ah

í es donde aprendimos lo que ahora sabemos y en ese proceso es donde nos hicimos a como somos ahora de adultos. Algunas personas pasan por cosas buenas y otras por cosas malas guiados por el mundo o simplemente ellos tomaron esas decisiones.

Todo lo ves aunque no quieras a veces, y queda en tu mente. Hoy quiero hablarte de lo malo, hoy quiero hablarte de las heridas que puedas tener en tu corazón en este momento. Si tu tienes un corazón entero, este tema servirá para fortalecerte y si sientes que tienes un corazón con alguna herida, este tema será de mucha bendición para tu vida, ya que de hoy en adelante tendrás un corazón blindado, un corazón impenetrable. A menos que tu le quites lo blindado. Es decir esta en ti blindarlo o quitarle lo blindado.

Antes de leer los puntos, debes conocer esto: Todo lo que entra al corazón pasa por la mente. Y tu decides si llega o no al corazón.

DEBES RECONOCER QUE DE EL ES TU CORAZÓN:

Como primer punto debemos ver como esta nuestro corazón. ¿Esta manchado? ¿Golpeado? ¿Lastimado? ¿Herido? o ¿Quebrado en pedazos?

Para blindarlo debemos tenerlo como nuevo.

¿Y como podremos tener un corazón nuevo? Debemos entregarlo a Dios. El es el dueño de nuestro cuerpo, por lo tanto a El debemos entregarle nuestro corazón para que el lo vea, y lo restaure.

La palabra de Dios dice: Nada hay tan engañoso y perverso como el corazón humano. ¿Quién es capaz de comprenderlo? Yo, el Señor, que investigo el corazón y conozco a fondo los sentimientos…

Podemos leer que nuestro corazón es perverso y engañoso y eso aconteció desde que Adán y Eva pecaron en el Edén. Y el único capaz de comprenderlo es El señor, por lo cual debemos tomar la decisión de dárselo. Pon a Cristo como el centro de tu vida y en el Centro de tu corazón.

Confiesa hoy con tu boca, desde lo profundo de tu interior: “¡CRISTO SE TU EL CENTRO DE MI CORAZÓN!” Y así El empezara a restaurarlo y curar cada herida.

DEBES PEDIRLE CREAR UN NUEVO CORAZÓN Y RENOVAR TU ESPÍRITU:

El tiene toda autoridad para crear un nuevo corazón en ti. En la Biblia dice en Salmos 51:10: Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí.

Debes orar y pedirle. Poniendo tu confianza y tu Fe en El obtendrás un corazón nuevo. Y el te empezara a hablar por medio de su Espíritu Santo, y te guiara para que debes hacer y así renovar tu corazón. Como por ejemplo, sacar de tu corazón todo rencor, odio, ira ya que esta se convierte en resentimiento y el resentimiento en represalias. Y eso nos lleva a corromper nuestro corazón. Y como bien sabemos no somos nosotros los que nos hemos dañado y esperamos muchas veces que los demás restauren la herida que nos hicieron. Pero no esta en nuestras manos tener control en los que nos hirieron, pero si esta en nosotros el poder decidir si perdonamos o no. Dios te guiara y si mantienes firmeza de espíritu, empezaras a sentir libertad en tu corazón.

NO PAGUES MAL POR MAL:

Es momento de actuar, la Biblia nos enseña que una Fe sin obras es una fe muerta. Y para sanar, restaurar, y blindar tu corazón por completo es importante que nosotros actuemos y no nos dejemos guiar por nuestra carne o por nuestra alma, escrito esta que Dios nos pide nuestro corazón a pesar que a El le pertenece el nos solicita así como un padre solicita el cariño de un hijo, así Dios lo pide, ya que el desea lo mejor para nosotros y el cuidara de ese corazón. Pero el enemigo es astuto y cuando nosotros no entregamos a Dios nuestro corazón, en nuestro diario vivir nos dejamos guiar por el corazón donde hemos guardado heridas que se convierten en amargura. Y es ahí donde nosotros debemos tomar autoridad y no guardar mas bien perdonar y al perdonar guardamos nuestro corazón y desechamos todo mal que pueda herirnos, y por cada cosa mala que sientas herida no pagues con mal mas bien, paga bien por mal.

De nosotros depende si guardamos la amargura de las ofensas o desecharlas de nuestro corazón. Y de lo que esta en nuestras manos, Dios nos pedirá cuentas.

Es momento que perdonemos, dejemos ir toda amargura que nos ata. El corazón es el motor de nuestras vidas. Y si nos identificamos como víctimas estaremos atadas por las personas que nos han herido. Pero hay algo poderoso en todo esto. Que el que nos puede ayudar a salir adelante y no estar atado es Dios todopoderoso.

Y mientras obedezcamos su palabra estaremos cubriendo nuestro corazón de todo mal. Y como ya le entregamos a el nuestro corazón a El le pertenece, cualquier herida que nos quieran hacer, El es el que se encargara. Nosotros solo blindemos nuestro corazón con su palabra. No pagando mal por mal, mas bien pagando bien por mal. No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.

Dice Pablo: Mirad bien, para que no brote ninguna raíz de amargura que os perturbe y contamine a muchos (Hebreos 12:15).

Debemos prestar mucha atención a cada momento. Y que cada pensamiento destructivo Dios lo cambie, y no dejar que fluya a tu corazón ninguno de esos pensamientos, porque Dios desea un corazón puro para cumplir sus propósitos en tu vida. Dios será misericordioso contigo y podrás perdonar a los que te hieren.

La Biblia dice: Sobre toda cosa que guardes, guarda tu corazón, porque de él mana la vida (Proverbios 4:23).

Blinda tu corazón, así como un vehículo blindado donde no penetra bala alguna. Blinda tu mente y tu corazón, la mente es el vehículo donde pensamientos destructivos ingresan a tu corazón y lo hieren mas. Entrega tu corazón a Dios, y da amor cuanto puedas a pesar de cualquier circunstancia, y paga bien por mal, teniendo firmeza en tu espíritu lograras blindar por completo tu corazón.

Di esta Oración: Señor hoy te entrego mi corazón, se tu el centro de mi corazón, perdóname como también yo perdono a los que me ofendieron y ofenden, crea en mi un nuevo corazón, un corazón integro para ti, y renueva mi espíritu así también como firmeza de espíritu, ayúdame a vencer el mal con el bien. Señor te suplico hoy que arranques de raíz toda herida de mi corazón, (puedes mencionar lo que te ha herido) quites todo pensamiento destructivo y así poder tener un corazón restaurado para ti. Hoy lo blindo en el Nombre de Jesús, atesorando tu palabra y venciendo el mal con el bien. Confiando en lo que tu Palabra dice, sé que comenzarás a obrar en mi vida. ¡Amen!