PERDER TODO PARA GANAR MÁS

Dios tiene una forma de hacerte sentir su hijo amado, no hay nada más precioso que saber que eres su hijo. El padre nos ha diseñado de tal forma para que tengamos los frutos del Espíritu Santo y así podemos convivir y compartir con nuestros semejantes. Sin embargo no siempre lo utilizamos, porque no siempre estamos en el Espíritu.

Cuando tenemos un problema fuerte, es cuando debemos de aprender a reaccionar de la forma que Jesús reaccionaria, pero como saberlo? Claro, conociéndolo… nadie puede hablar de alguien si no lo conoce, nadie quiere ser como alguien sin admirarlo, definitivamente que conocer como Jesús reacciono cuando estaba en manos de sus enemigos, que le golpeaban, se burlaban, le quitaron sus vestiduras y hasta cuando quería un poco de agua le dieron vinagre en su boca lastimada.

Como ser humano, por lo menos hubiéramos alegado y haber dicho, no me lo merezco, ¿porque a mí? Si no he hecho nada, algo nos sale de la boca cuando estamos enojados. Pero Jesús no dejo que su carne saliera en su defensa. Cualquier actitud mala hubiera echado a perder el plan perfecto de salvación que El Padre habría diseñado para sus hijos.

No eches a perder el plan de Dios para tu vida, para tu casa y para tus generaciones, no comprometas tu vida, ni tu ministerio por querer hacer las obras de la carne que atentan contra tu espíritu, a veces por aparentar o por hacer lo que los demás hacen, perdemos más de lo que hemos ganado.

La Biblia nos dice en Mateo 16:24-25: Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. 25Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará.

Jesús nos enseña que creemos que siguiendo nuestras corazonadas o nuestros caminos estamos en lo mejor, pero no es así.

En Marcos 8:36 Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? Podría entonces aprender a darle el lugar y el valor a lo que merece nuestra atención y aprender a perder para ganar lo que más valor tiene en la vida.

A todos nos gusta ganar, pero en la vida para aprender muchas veces iniciamos perdiendo, tener victorias es tan hermosos, pero tener derrotas o pérdidas es fracasar, es demostrar que no servimos para nada.

Veamos a un Job en la Biblia, que lo perdió todo, no le quedo nada, perdió su ganado, perdió sus propiedades, perdió a sus hijos, perdió la esposa, pero después la restitución llego a su vida dándole el doble de sus posesiones, le devolvieron 10 hijos y lo mejor que estos eran obedientes, ya no presentaba el holocaustos para que Dios los perdonara, le devolvió buenos hijos, hasta le mostró el Señor qué clase de amigos tenía a su lado, lo perdió todo, pero luego gano más.

Que resiliencia la de Job!! Sabes que es resiliencia? Te lo mostraré: Según el diccionario en psicología, es la capacidad que tiene una persona para superar circunstancias traumáticas como la muerte de un ser querido, un accidente, etc.

Es sacar de lo malo, lo mejor de nosotros, es saber aplicar lo que la Biblia dice:

2 Corintios 4;8-9: que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos.

Ahora que sabes esto, como reaccionaras cuando alguien quiera hacerte daño y logre hacerlo? Que brote de nosotros el ser como Jesús, el poder poner en práctica los frutos del Espíritu Santo, no dejar que la desesperación te haga actuar fuera de tu diseño y poner en práctica los frutos del Espíritu Santo. Mantente en el Espíritu y Él te guiará.

Tema por: Lourdes Callejas de Garcia